Queridos amigos, en días de listas cinematográficas infinitas, pensé que estaría bueno jugar a que cada uno elija tres películas que envidia profundamente no haber dirigido, o escrito, o haber tenido la idea original. Por supuesto que cualquier persona puede elegir, no hace falta ser del gremio. La envidia es libre.
Tiene que tratarse de envidia pura y dura, en plan que Haneke no exista y que yo ocupe su lugar en todos los órdenes de la vida (cinematográfica, claro).
Otra de mis reglas para el juego es que deben ser películas MUY diferentes entre sí (no vale decir: “Cualquiera de Tarkovsky”) por género, época o presupuesto.
Ah! Y tampoco vale repetir. Si otro se adelanta, alpiste.
Ahí van las mías:
La pianista (Michael Haneke)
El quinto elemento (Luc Besson)
El sol del membrillo (Víctor Erice)
El lugar más pequeño
El desencanto
La última ambulancia de Sofia