Ahora que esto
es lo más parecido a un hogar
que conoceré jamás
me encuentro con mi Vicky
con la que vimos
Reminiscencias en París
y después cumplimos
con todas las instrucciones
del destierro.
La empatía más extraña del mundo
la sentí a los 23 años
con un viejo lituano
que hablaba de su tierra.
Como fui siempre
la más exagerada
no supe regresar
y me quedé patinando
en ese hielo
por un tiempo.
Y viendo la película
después de tantos años
encuentro
que no hay otro pensamiento
que yo no haya aprendido de eso
de ese pedazo de super 8 familiar
ordenado a la manera
del recuerdo.
“Run, children… Run!”
son los niños eternos
que se ríen y se mueren
sin que podamos hacer nada
por detenerlos.
Todo al final va
sobre el amor
y de eso solamente
se trata todo.
“Oh sí! Corran, chicos, corran!
yo también salí corriendo
de aquí una vez
pero corría por mi vida
Espero que nunca
tengan que correr por sus vidas…
Corran, niños, corran!”
Jonas Mekas, (Reminiscences of a journey to Lithuania, 1972)
http://www.cultmoviez.info/21282/reminiscences-of-a-journey-to-lithuania.html