Al hermano le llegó el momento de elegir. Elección injusta, temerosa, arrepentida antes de ser tomada.
Hay vidas a las que nunca les llega la elección, ni su momento. Esos son los bienaventurados, los que siempre pudieron atender a su razón. Pero el alma del hombre sabe que hay una decisión, aunque nunca tenga que tomarla.
«Yo llevo el timón de mi propia vida» piensan algunos, y todo grita -Mentira-.
Nuestro bote no tiene timón y vamos dormitando por el lago de la vida. Despertamos solamente cuando el bote llega a tierra, y allí está la decisión, como un amarre.
La elección es siempre justa, valiente y triunfal. El elector, en cambio, vive arrepentido.
#herauco
